Las cosas han cambiado y mucho en la industria de la música, el éxito (con polémica de por medio) de aplicaciones como Spotify, una aplicación para la reproducción de música vía streaming, u otras más nuevas como Tidal, así lo demuestran.
Hace tiempo la industria musical tenía un modelo de negocio relativamente simple: los artistas o grupos grababan una canción, el sello discográfico vendía la canción y así, tanto los artistas como el sello discográfico ganaban dinero.
Ahora, en una era de plataformas fragmentadas, de uso compartido de archivos, piratería y tantas maneras diferentes de vender, la industria de la música se enfrenta a varios desafíos.
La música y las redes sociales
Las redes sociales representan una gran oportunidad. Los fans de la música, usamos Twitter o Facebook para mantenernos al tanto sobre nuestros grupos favoritos. Además, el 99% de las veces es en las redes sociales donde se lanzan sus nuevas canciones o vídeos.
Es más, la mayoría de la audiencia interesada en música se congrega de manera natural en las redes sociales, donde forma sus propias comunidades y habla sobre grupos y artistas.
¿Cómo pueden las marcas dar seguimiento a este gran volumen de conversaciones online que crece constantemente?
Una plataforma de monitorización de redes sociales como Brandwatch tiene diversos usos para la industria de la música. El gran volumen de conversación, unido a la naturaleza independiente de las redes sociales, nos ofrece miles de opiniones con las que se pueden extraer insights sobre tendencias, gustos y comportamientos de compra.
La aplicación más obvia que se le puede dar a una herramienta de monitorización es medir el volumen de conversación que genera un lanzamiento en concreto.
A pesar de que los presupuestos de esta industria están disminuyendo, aún se invierten grandes cantidades de dinero en el marketing de grandes lanzamientos.
Medir el volumen de las conversaciones online no solo te proporciona información sobre la popularidad de un artista, teniendo en cuenta datos como picos en las menciones; el análisis del sentimiento y el nivel de engagement de la audiencia también ayuda a los sellos discográficos a entender el impacto de sus campañas de marketing. ¿El lanzamiento ha resonado con la audiencia correcta, en los canales correctos? ¿Qué podemos aprender para lanzamientos futuros?
¿De qué sirve un grupo sin fans?
La relación entre un fan y un artista está basada en la reciprocidad: los artistas crean buenas canciones, nosotros las compramos y vamos a sus conciertos, ¡aunque algunos tomen decisiones un poco más drásticas!
Identificar a los fans y comunicarse con ellos es un paso esencial para fortalecer la relación entre un artista y su audiencia.
Antes de las redes sociales, los fans solían reunirse en convenciones o revisar la prensa musical offline para enterarse de las novedades.
Ahora, las comunidades se forman sin importar su ubicación y tienen una gama más amplia de intereses. En ocasiones, los bloggers tienen más influencia que los periodistas de publicaciones reputadas.
Con la monitorización de las redes sociales puedes identificar a estos influenciadores y conectarte con ellos, ya sea para ofrecerles material antes del lanzamiento oficial o para lanzar campañas más pequeñas. Esto dará pistas a los sellos discográficos sobre cómo hacer marketing con los verdaderos advocates.
Un ejemplo real
La banda de blues-rock Drenge estuvo en boca de todos los británicos en el verano del 2013 porque fueron mencionados públicamente y de manera sarcástica en la carta de renuncia de alguien muy conocido en el mundo de la política del país.
A pesar del desafortunado comentario, el lanzamiento de su álbum debut tuvo lugar tan sólo unas semanas después del incidente, mayormente debido a los comentarios positivos que recibieron y que se evidencian en este gráfico de Brandwatch:
Vemos también un incremento de las menciones alrededor del lanzamiento del álbum (el 19 de agosto), que se mantuvo durante los días siguientes debido a su participación en dos festivales.
Drenge contó con el apoyo de varios influenciadores. Cuando organizamos la lista que presentamos a cotinuación por números de seguidores (followers), podemos ver que se hablaba del grupo en sitios de noticias de alto nivel y blogs, y participaban en la conversación DJs y bloggers.
Desde una perspectiva de Relaciones Públicas, estos autores valen su peso en oro, ya que exponen el nombre de la banda a una gran y variada audiencia.
Nuevas relaciones
La industria de la música siempre ha tenido que reaccionar ante los cambios: nuevos formatos, nuevas tecnologías y nuevos modelos de negocio hacen que esta industria esté en constante transformación.
Internet y las redes sociales más concretamente, han sido muy disruptivos para el negocio de la música y tanto los sellos discográficos como los artistas se han tenido que adaptar.
Es evidente en la forma en que los sellos discográficos y los artistas atraen nuevas audiencias, y por eso hemos visto un aumento en el patrocinio de las marcas. Marcas como Coca-Cola, PepsiCo, Toyota y CitiBank entre otras, gastaron aproximadamente $1.28 billones de dólares en patrocinio en la industria de la música en el 2013.
Para los artistas esto significa que pueden aprovechar el presupuesto para marketing de las grandes marcas y dejar que expongan su imagen hacia nuevas audiencias. Las marcas, en un intento de asociarse con una audiencia joven y cada vez más solvente, obtienen una apariencia más “cool”.
Una herramienta de monitorización de redes sociales permitirá a la compañía y al sello discográfico poder ahondar en las conversaciones relacionadas con el patrocinio del artista.
Con los operadores booleanos avanzados, las marcas podrán medir el impacto de sus patrocinios y cómo han sido percibidos en relación con la música. Igualmente, los sellos discográficos que busquen atraer patrocinadores pueden usar evidencias sobre una subida en el share of voice de una marca, el sentimiento positivo o nuevos advocates para poder encontrar nuevos respaldos de las marcas para sus artistas.
Sin embargo, al igual que el resto de las industrias, el mundo de la música funciona con resultados. Tanto las promociones, como llegar a un mayor número de bloggers, etc., deben traducirse en ventas.
En nuestro Informe sobre el escenario de Twitter 2013, descubrimos que la industria de la música fue el tercer tema de conversación más importante en la plataforma.
La tendencia de los fans a hablar sobre las canciones que van a escuchar, descargarse o comprar, proporciona datos importantes sobre los hábitos de compra de los consumidores.
Mientras que las páginas web de streaming y descarga de música han reemplazado la venta tradicional de CD’s, el análisis del comportamiento del consumidor online es cada vez más importante para que los sellos discográficos puedan identificar el éxito de un artista.