La esencia del marketing como lo conocemos hoy en día es vender a los consumidores, un producto o servicio con base en lo que detectamos como una “necesidad”.

Lo que al principio se trataba de un “trueque” o intercambio justo, poco a poco se ha ido modificando hasta llegar a tener una relación completamente emocional con un producto o una marca.

Esta necesidad emocional es cubierta por uno o varios productos y va más allá del racional del consumidor por satisfacer sus deseos.

Cuando hablamos de marketing también imaginamos el canal tradicional de compra-venta a cambio de un bien o servicio.

Pero, ¿qué pasa con los medios digitales?

 

¿Es fácil aplicar el marketing al terreno digital?

Las marcas cada vez se acercan más a nosotros y a través de todas las redes sociales existentes, explotando todos los recursos existentes de sistemas de pauta y alcance orgánico para que el consumidor final tenga presente su marca.

Para el consumidor, cada vez es más sencillo percibir una marca como cercana; con voz y con personalidad y entonces el concepto de proximidad se modifica gracias a la tecnología.

Pero, ¿qué tan complejo se vuelve vender en redes sociales?

La estrategia de marketing digital se divide en tres ejes principales, que se relacionan entre sí y deben coexistir para el correcto funcionamiento de nuestras comunidades digitales.

Análisis del target en digital

Primero debemos tomar en cuenta que la estrategia de mercadotecnia tradicional se debe adaptar al comportamiento de los medios digitales. Comprender, analizar, investigar las ventajas de trasladar nuestra marca a las redes sociales es fundamental para iniciar una buena comunicación y con esto que nuestra marca resulte exitosa.

Debemos tener en claro que nuestros canales digitales nos pueden ayudar a reforzar la presencia de la marca, interactuar con nuestros consumidores, conocer sus preferencias, presentar un nuevo producto así como reforzar la intención de compra. Es por eso, que al igual que en mercadotecnia tradicional, debemos definir cuál será el objetivo del contenido que publicaremos y cómo queremos que se perciba a la marca en digital.

Al igual que de forma tradicional, analizamos un target y su comportamiento; debemos analizar a nuestra audiencia y saber cuáles son sus gustos, los contenidos que más consumen, los contenidos que generan y las tendencias que mantienen viva a nuestra comunidad digital.

No dejemos todo por sentado. El contenido que consume nuestra audiencia online puede ser muy distinto al que se consume en los medios tradicionales.

Social Listening

Otro eje importante se trata del Social Listening. Saber qué están diciendo de nuestra marca, de la competencia, del sector y de la comunidad. Brandwatch es un excelente aliado para comprender más de cerca al sector que está recibiendo nuestro mensaje y qué opinión está emitiendo.

Contenido relevante para el target

Nuestros canales digitales deben expresar lo que al consumidor le interesa saber sobre la marca así como destacar los beneficios de interactuar con la misma. Si vamos a abrir un canal digital y nunca vamos a producir contenido ni mantenerlo activo, probablemente no sea una buena decisión.

El engagement con nuestra comunidad, al igual que con el marketing tradicional, debe mantenerse para crear una lealtad hacia la marca. Si queremos que nuestros usuarios se mantengan con la expectativa y construyan una comunidad en nuestros canales, debemos procurarla y mantenerla.

¿Y tú cómo entiendes el marketing digital?