Existen cosas desagradables en las redes sociales. De hecho, muchos investigadores que trabajan con datos de estas plataformas -y que no están previamente filtrados- pueden sentirse vulnerables o estresados ​​por todo lo que tienen que ver.

Edward Crook es el vicepresidente global de investigación de Brandwatch. Es consciente del variado contenido público al que están expuestos los analistas de su equipo.

“Es nuestro deber proteger a todos los miembros del equipo con el que trabajamos”, admite. Y eso lo pueden hacer a través de diferentes vías:

“En primer lugar, tenemos una política global que salvaguarda el bienestar de los investigadores. Se incluye en los flujos de trabajo del proyecto, las revisiones internas y las reuniones de verificación que mantenemos a menudo. También garantizamos el derecho de reasignar proyectos debido a inquietudes personales o éticas.”

“En segundo lugar, tenemos una cultura de equipo abierta. Tengo el privilegio de trabajar con personas analíticas brillantes que cuestionan las cosas para ganarse la vida. Aplicamos una mentalidad de duda sobre todo y buscamos constantemente formas de mejorar y de adaptarnos. Capacitamos a los miembros del equipo para que expresen su opinión cuando tengan inquietudes y nos aseguramos de que sean escuchados.”

En las reuniones regulares que mantenemos con el equipo de Estrategia e Insights, los analistas traen a menudo nuevas metodologías o ideas de proyectos para debatir con sus compañeros.

Jhanidya Bermeo es analista de investigación en la oficina de Brandwatch en Berlín. Recientemente presentó el impacto que tienen los temas delicados en los investigadores y compartió algunos consejos para minimizar los efectos negativos.

“Comprobé que, como equipo, estábamos abordando temas que pueden ser sensibles para las personas, y más cuando las redes sociales se están polarizando cada vez más. No siempre son temas tabú. A veces se trata de abordar un proyecto que te toca de cerca, como algo relacionado con la salud.”

Todos sus consejos se basaron en el estudio de investigación académica, además de en experiencias personales a la hora de tratar temas delicados.

Los investigadores que trabajan en sectores difíciles, tratando por ejemplo con pacientes de cáncer o presos, a menudo experimentan efectos negativos como sentimiento de culpa, estrés o desensibilización.

Parece que hay abundante literatura sobre los efectos que revisten los investigadores cuando tratan temas cargados de emoción. A pesar de esto, no hay muchas referencias sobre sectores digitales que tengan que lidiar con información sensible.

A veces puede que no interactúen cara a cara con los sujetos, pero los terrenos cargados de emoción se pueden encontrar a veces físicamente, otras detrás de una pantalla.”

“Las fuentes oficiales pueden tardar un par de años en ponerse al día”, dice Jhanidya, quien ha traducido de manera útil algunas de las conclusiones de los estudios sobre analistas de medios sociales.

Consejos prácticos para la investigación de temas sensibles

1. Supervisión

Jhanidya dice que es importante que los investigadores tengan acceso a redes de colegas y de amigos con los que puedan hablar a lo largo de la investigación en la que están trabajando, con el objetivo de conseguir orientación y apoyo emocional en caso de necesitarlo.

“Esto lo hacemos mucho con mi equipo en Brandwatch, hablando regularmente sobre lo difícil que es analizar ciertas cosas que estamos viendo o que están pasando”, dice.

Cuando le pregunté al investigador y consultor senior Ben Ellis sobre el tema, él también estuvo totalmente de acuerdo.

“Está bien rechazar o pasar a otra persona un tema si te afecta personalmente. Algunos pueden ser muy delicados, y si trabajas dentro de un equipo de analistas, es positivo y necesario expresar tus preocupaciones al respecto.”

2. Diario personal de investigación

Este es uno de los temas más mencionados en todos los artículos que ha abordado Jhanidya.

La obra de Emma Sherry sobre “el investigador vulnerable” se abre precisamente con una entrada de diario y, además, en toda la pieza se utilizan extractos de su diario para ilustrar la forma en que los investigadores pueden verse afectados por los sujetos que estudian.

“Mientras releía mis notas durante la fase de análisis y revisaba las transcripciones de las entrevistas y todas las anotaciones en el diario, me sorprendió la intensidad de esas interacciones. Los momentos clave o mejores puntos de inflexión surgieron cuando empecé a ver lo que los participantes habían sentido realmente.”

En particular, cuando los investigadores trabajan solos y no forman parte de un equipo, el registro en el diario puede funcionar como un tipo de método de autoinformación que les permite explorar sus propios pensamientos y sentimientos, además del impacto.

Escribir lo que va sucediendo y mantener un registro honesto puede ayudarte a analizar el estado de ánimo a lo largo del tiempo, permitiendo a los investigadores conocer el coste emocional que implica su trabajo y buscar ayuda o consejo cuando sea necesario.

3. Descansar, poner límites y buscar el equilibrio

Es fácil dejarse atrapar por un proyecto de investigación, especialmente cuando estás involucrado emocionalmente en él. Dicho esto, es importante programar descansos y no pasar largos periodos de tiempo inmerso en entornos digitales hostiles o difíciles de gestionar.

Mientras tanto, especialmente con la ayuda de la creación de diarios personales de investigación y tu red de soporte, es importante que seas consciente de cómo se encuentra tu mente y poner límites si fuera necesario.

Las investigaciones difíciles hay que combinarlas con descanso, socialización, viajes, pasatiempos y ejercicio.