LinkedIn es una plataforma muy valiosa para que tu contenido sea visto por las personas adecuadas. Es un poco más serio que Facebook o Twitter, y sus usuarios son más receptivos a temas relacionados con negocios, marketing y otros similares.

Sin embargo, es importante que, primero, sepas cómo funciona el algoritmo de esta red social de profesionales para asegurarte de que lo que publicas funciona y se recibe bien por la audiencia.

Hay algunos buenos ejemplos de contenido que ha funcionado naturalmente, como lo que se conoció como broetry (puedes saber más sobre el concepto aquí): poemas, frases aspiracionales o anécdotas personales que se hicieron muy populares. Los usuarios tenían que hacer clic para ver estas publicaciones de forma completa, con lo que aumentaba mucho el engagement.

Pero LinkedIn se ha vuelto más inteligente. Afortunadamente la plataforma ha sido bastante transparente sobre cómo clasifica y muestra el tráfico orgánico. De hecho, lo ha llegado a contar en una publicación en su blog.

Hemos creado nuestra propia versión de la tabla de algoritmos de LinkedIn, que puedes ver a continuación. El contenido comienza en la parte superior y luego va fluyendo: se envía en diferentes direcciones según su calidad y eso lo decide un algoritmo o un editor humano.

Un fragmento de contenido puede tomar muchas rutas diferentes. En cualquier caso, es poco probable que una publicación se vuelva viral al instante.

Debe avanzar por toda la gama y marcar todas las casillas de verificación en ese camino. Para ayudarte a entender esto, que puede parecer complejo, hemos reunido algunos ejemplos poniéndolos en el diagrama de flujo.

Un ejemplo de mala publicación

Esta publicación es claramente spam, por lo que el algoritmo de LinkedIn va a filtrar el contenido de forma instantánea. Es decir: nadie lo va a ver.

También lo verifica un editor humano en el caso de que se trate de un asunto grave, como un abuso o una estafa. Publicar basura, como comprobamos con este ejemplo, no te llevará a ninguna parte.

Vamos mejorando

 

A continuación, tenemos una publicación que de nuevo no es muy buena, pero es probable que llegue un poco más lejos que la anterior a través del diagrama de flujo.

Es básicamente autopromoción (vamos, lo que son la mayoría de publicaciones de LinkedIn), pero carece de contenido. Sin embargo, no se está vinculando a nada malo, y desde luego querer aumentar las cifras de un negocio es algo bastante lícito. Dicho esto, pasa bastante cerca del autofiltrado pero logra pasar “las pruebas” iniciales.

Es turno de que el algoritmo actúe. La publicación comienza a mostrarse en los feeds de las conexiones de ese perfil. Se observa el engagement que genera, incluyendo clics y me gusta, pero también acciones negativas como que los usuarios oculten la publicación.

Estos datos se utilizan para decidir si el contenido debe mostrarse a más personas o no. En este ejemplo, la publicación obtiene algunos “me gusta”, pero eso es todo. El algoritmo sospecha un poco, así que continúa mostrándolo pero cada vez menos.

Después de monitorizar el engagement nuevamente, decide que el contenido es de baja calidad y debe ser revisado por un editor humano. El editor echa un vistazo y ve lo evidente: que no genera la suficiente vinculación con los usuarios. Al final, deciden filtrarlo.

El buen post

Ya vamos llegando al tipo de publicaciones que nos interesan.

Esta del ejemplo tiene cierta profundidad en cuanto a pensamientos y opiniones. Por añadido, hace una pregunta. Las preguntas hacen que la gente hable y a LinkedIn le gusta que se propicie el debate. Así pues, se muestra de inmediato.

Al igual que en la última publicación, el engagement que se obtenga determinará cuántas personas más lo verán. Esta publicación termina recibiendo muchos “me gusta” y, lo que es más importante, un grupo de usuarios responden a la pregunta y hablan en los comentarios. Etiquetan a personas relevantes y el alcance sigue creciendo.

Se analiza el engagement y resulta positivo, por lo que continúa mostrándose a un grupo más amplio de personas (en lugar de ser relegado como el último post). Este ciclo continuará mientras la publicación siga obteniendo un buen nivel de vinculación con los usuarios.

Con el tiempo el ritmo se reducirá, se mostrará a menos personas y, finalmente, acabará desapareciendo. En definitiva, hemos puesto el ejemplo de un post muy exitoso.

Cómo crear un buen contenido en LinkedIn

Esperamos que ya te hagas una idea de cómo funciona el algoritmo. Las publicaciones sin valor y el spam obviamente no funcionarán. LinkedIn quiere que las personas sigan usando y participando en la plataforma, por lo que solo impulsará el contenido que también persiga ese objetivo. Estos son algunos consejos que puedes tener en cuenta:

1. Ofrece algo de valor

Si solo te centras en hablar sobre tu negocio o producto no vas a llamar demasiado la atención de la gente, especialmente si no hay nada nuevo que destacar.

¿Por qué no pruebas a hablar sobre algo que resulte interesante para tus contactos? Comparte algo interesante que hayas descubierto o también puedes ofrecer una opinión detallada sobre los últimos avances de tu industria.

Ten en mente con quién estás hablando. A menudo se trata de preguntas de negocios, así que trata de proponer o de hablar sobre cosas que no sean solo interesantes para ti, sino para todos y especialmente para las personas con las que te comunicas.

2. Haz que la gente hable

Como hemos dicho, a LinkedIn le gusta ver a las personas debatiendo las publicaciones. La mejor manera de conseguirlo es plantear preguntas a tu público. Trata de no ser demasiado controvertido, ya que tu marca puede verse afectada si se desata una guerra en los comentarios.

También es una buena idea etiquetar a algunas personas relevantes e incluso pedir a otros que incluyan usuarios con un conocimiento especializado.

3. Publicar contenido externo puede generar problemas

Por supuesto, muchos de nosotros queremos dirigir el tráfico de LinkedIn a un sitio específico, y para eso necesitas publicar tu propio contenido. Esto no es necesariamente malo, pero vale la pena recordar que las plataformas sociales quieren que la gente permanezca en su sitio tanto como sea posible.

Si bien no serás relegado por publicar un enlace externo, puede ser mucho más difícil que se vuelva “viral”. Imágenes nativas, publicaciones y videos parecen salir victoriosos.

La mejor apuesta es combinar varias cosas. Las publicaciones originales pueden ser excelentes para crear tu propia audiencia. Eso te permitirá, cuando llegue el momento adecuado, disponer de una base de seguidores a la que comunicar tu contenido futuro o a la que dirigir a un sitio en concreto mediante un enlace.