Escuchamos muy a menudo sobre casos de robo de identidad y otros tipos de crimen cibernético. Es por ello que los usuarios de los medios digitales cuidan cada vez más su privacidad y sus datos. Algo que representa un reto para los equipos de marketing.

Obtener una dirección de correo electrónico y crear una lista de prospectos es parte de los objetivos de cualquier negocio en línea. Sin embargo, tener acceso a esta información es cada vez más complicado.

De acuerdo con un estudio reciente de Aimia, los consumidores actuales están reevaluando la importancia que le dan a sus datos personales y qué tan dispuestos están a compartirlos con las marcas. Algunos puntos claves del estudio incluyen:

  • Un 41% de las personas considera que sus datos personales son “muy valiosos”, hace tres años esta cifra era de 31%
  • Un 56% de los consumidores han tomado acciones para limitar el acceso que las marcas tienen a su presencia en línea
  • Aproximadamente, un 77% de los consumidores preferiría tener “más control” sobre la información que los equipos de marketing tienen de ellos.

La tendencia es clara, los consumidores están hartos del enfoque persuasivo del marketing moderno. Además, se están dando cuenta de lo valiosos que son sus datos personales. De hecho, las personas que participaron en el estudio de Aimia valuaron sus datos

entre US$13 y US$91.

Aquí es donde se encuentra el problema. Los equipos de marketing se han vuelto dependientes de los datos de las personas, como sus correos. Pero, si los consumidores cada vez están menos dispuestos a compartir su información, ¿cómo podemos llegar a ellos de manera eficiente?

¿Es suficiente pedir permiso?

Los resultados de este estudio parecen ser poco alentadores para las empresas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los consumidores están dispuestos a compartir su información, con una condición:

Reciprocidad.

Actualmente los consumidores son conocedores del ámbito digital. Saben que sus datos son valiosos para las marcas y, cuando los comparten esperan un beneficio.
David Johnston, COO de Aimia

la importancia de la protección de datosEn otras palabras, pedir permiso todavía es algo que funciona.

El pedir permiso en marketing es parte fundamental del comercio B2B, desde que Seth Godin acuñó el concepto hace más de 20 años. De ahí la popularidad de los newsletter empresariales, ofertas en línea y promociones a cambio de que te registres. De hecho, un 71% de los consumidores considera que sus datos se usan correctamente y les ofrecen información y beneficios que mejoran su experiencia en línea.

Sin embargo, esto no explica porqué los consumidores son cada vez más celosos con sus datos, limitando a los equipos de marketing que quieren contactarlos.

Hay que tener en mente que obtener información a través del uso de cookies y otras técnicas poco transparentes puede ser valioso para las marcas pero mal visto por los consumidores. Si algo dejó claro el estudio de Aimia es que los usuarios quieren que las marcas se comuniquen con ellos, pero no que los espíen y acechen.

Lo que distingue a los negocios es la confianza que generan.

Los miedos de los clientes y las respuestas de las marcas

Al entender los miedos, preocupaciones y necesidades de sus audiencias, las marcas tienen la oportunidad de establecer un ambiente seguro, que elimine la barrera de la desconfianza y obtener así más prospectos.

Al contrario de las técnicas de “espionaje” que mencionamos anteriormente, es posible que las marcas conozcan mejor a sus prospectos. Estamos hablando de los pop-ups, que buscan obtener información del tráfico que llega a su sitio.

Este es un “último esfuerzo” de mantener el interés de sus prospectos.

“Se trata de usuarios que están a punto de salir de tu sitio, su atención ya está en otro lado” explica el consultor Sid Bharath, en el blog Crazy Egg. “Tus dos opciones son: hacer nada, y perderlos (probablemente) para siempre, o usar un pop-up e intentar convencerlos de que vales la pena”, agrega.

También es posible aprender de aquellos que visitan tu sitio y deciden retener su información. Eso es exactamente lo que hace Leadfeeder, una herramienta que evita por completo el proceso de captura de prospectos. En cambio, la herramienta de seguimiento de visitantes, Leadfeeder, permite a los profesionales del marketing capturar información esencial, como en qué páginas de contenido están más interesados los miembros de la audiencia y su relevancia como clientes potenciales. Esto sin necesidad de una suscripción voluntaria.

protección de datos - herramientas para obtener prospectosSegún el estudio de Aimia, el comportamiento del tráfico de un sitio nos da información sobre las circunstancias en las que las personas están dispuestas a proporcionar información privada a las marcas. Al integrarse con las plataformas Google Analytics y plataformas CRM, Leadfeeder funciona para entender qué pasa después de capturar a un prospecto.

Las cosas cambian

El estudio de Aimia tiene un mensaje claro para las marcas: sigue pidiendo a los usuarios que te den sus datos, pero no esperes buenos resultados si no les ofreces valor real a cambio de ellos.

El comportamiento de los consumidores seguirá evolucionando. Sin embargo, está claro que cada vez tienen más cuidado con su información personal.