Escoger un nombre para las cosas es difícil. Cuando nombras algo, se queda anclado en la mente de las personas. El nombre y la cosa quedan conectados de por vida. Esto genera reconocimiento de marca.
Es por esta razón que las marcas encuentran esta tarea particularmente difícil y por lo que todavía vemos marcas como Carphone Warehouse en el Reino Unido, a pesar de que hace años que los teléfonos en los automóviles no existen. Es por esa misma razón que los actores mantienen su nombre artístico aunque se casen y cambien su nombre real.
Los nombres y las palabras no dejan de existir. Por lo general, las personas tienen una historia con ellos o crean asociaciones y es importante respetar esto. Mis padres querían llamarme Max, pero decidieron no hacerlo porque “Max White” suena como un detergente poderoso. Los nombres importan.
He pasado mucho tiempo nombrando cosas en Brandwatch: características, productos y servicios nuevos.
Por lo general mantenemos los nombres descriptivos y directos: Dashboard (Tablero), Components (Componentes), Filters (Filtros). Sin embargo, recientemente hemos intentado crear nombres interesantes, que evoquen más.
Tengo cinco reglas que busco seguir al nombrar un producto.
1. Debe ser legible y fácil de escribir
Si tu producto tiene un nombre difícil de pronunciar, entonces la gente no hablará de él. Si tiene un nombre difícil de escribir después de escucharlo, ¿Cómo esperas que lo busquen en Google?
Mantén las cosas sencillas y evita grafías extrañas si no son necesarias.
2. Debe ser único
En estos tiempos es muy difícil ser completamente único, así que puedes darte ciertas libertades. Sin embargo, tu producto debe tener un nombre único en tu industria.
Esto hará que sea más fácil conseguir un dominio, obtener buenos resultados en las búsquedas y tener la certeza de que cuando alguien dice tu nombre, se refiere a tu producto.
3. Debe ser corto pero llamativo y memorable
Mientras más largo sea el nombre, más difícil será que capte la atención de las personas.
Además, los nombres largos generalmente son abreviados por los consumidores y no tendrás control sobre esto.
4. Debe verse bien por escrito y sonar guay
Esto es si quieres que el nombre de tu producto sobresalga de una página rodeado de todas las demás palabras aburridas.
Cuando alguien lo utilice en una oración, deberá distinguirse para captar la atención de los demás.
5. Debe evocar una emoción, sentimiento o idea
El nombre de tu producto debe estar asociado con lo que es en sí. ¿Qué emoción quieres que tu clientes sientan cuando prueben tu producto? Y ¿Cuál es la idea que buscas transmitir?
Debe ser emotivo e inspirador.
Nuestros propios obstáculos al nombrar productos
Tomemos un ejemplo reciente: Brandwatch Vizia.
Vizia es nuestro producto de visualización de datos; un centro de mando (Command Center) de segunda generación.
Vizia fue difícil de nombrar. Pasamos horas haciendo lluvia de ideas, buscando palabras, revisando el diccionario, inventado nombres, combinando palabras, creando acrónimos hasta que por fin estuvimos de acuerdo en uno.
Irónicamente, Vizia fue uno de los primeros nombres que surgió en el proceso y eventualmente regresamos a él. A veces pasa así.
Así se nos ocurrió el nombre:
Acababa de poner nombre a parte del producto “Scenes” (Escenas), la visualización de datos que componen Vizia.
Scenes es un gran nombre para la visualización de datos, ya que evoca una historia, bellos paisajes y situaciones interesantes, que es exactamente lo que hace Vizia (contar la historia de una manera visualmente atractiva).
Pero, ¿Qué nombre usar para el producto general?
Cuando se trata de las características, tener un nombre único no es tan importante ya que solo son un pequeño componente dentro de algo mucho más grande. Sin embargo, con nuestro producto principal ser únicos era importante.
Comencé con la sugerencia de Vista partiendo de la idea de los paisajes hermosos y la sensación de querer observar algo durante horas.
El problema con el nombre Vista era, pues… todos recordamos qué exitoso fue el último producto con ese nombre.
Entonces sugerimos cambiarlo a Visia, ya que era un juego con la palabra “visual”.
Nos dimos cuenta de que existen otras empresas que usan Visia. Empezamos a desesperarnos. Fue en este punto que el equipo de diseño hizo una aportación:
VIZIA.
Lo genial de esto fue que con este pequeño cambio se cumplian todas las reglas de oro. Al usar la Z se transformó en una palabra mucho más impactante visualmente ya que todas las líneas son rectas. Además, lo convirtió en un “ambigrama”, una palabra que se ve igual cuando la rotas, (al quitar la línea de la A). Esto comenzó a darnos ideas para el logo y diseño.
Eso fue todo. Teníamos un nombre genial que era fácil de pronunciar al leerlo y fácil de escribir al escucharlo.
Era mayormente único, corto, se veía bien y más que nada, evocaba un sentimiento, una emoción y una idea visual.
Lanzamos Vizia y ahora es un nombre que la mayoría de nuestro personal y nuestros clientes dicen/leen/escriben a diario.
Ahora tengo la difícil tarea de nombrar dos productos nuevos que saldrán al mercado dentro de poco. El reto es encontrar nombres que estén a la altura de lo que hemos creado hasta ahora.
Dejaré que juzguéis qué tan bien lo hemos hecho cuando anunciemos su lanzamientos en las próximas semanas.