¿Qué tienen en común Frida Kahlo y Usain Bolt? Las dos son personas con mucho talento natural, en eso estamos de acuerdo. Pero, ¿es suficiente? Como advertí en #NYKMéxico, “hace falta algo más”.

El éxito, ¿hay una clave?

Los ingredientes del éxito profesional e incluso personal consisten en una serie de mecanismos y actitudes (aunque las aptitudes, por supuesto, también son importantes):

  • Ser capaz de “aprender y desaprender” sin miedo a fallar. En un mundo que cambia de manera vertiginosa, el aprendizaje se convierte en una actitud fundamental. Del mismo modo, requerimos abandonar los antiguos modelos, que si bien nos resultan familiares, son el mayor obstáculo para poder reinventarse.
  • Deconstruir: romper el pensamiento binario y los sentidos encapsulados. El creativo intenta introducir preguntas allí donde hay certezas con la expectativa de lograr mover aquellas creencias que concebimos como verdades absolutas.
  • Ser flexible para incorporar otras miradas y despojarse de los sentidos unívocos. Lo cual, requiere la humildad intelectual de estar abierto a otras perspectivas. Se dice que las mentes son como los paracaídas, sólo funcionan cuando están abiertas.
  • Enfocarse durante la búsqueda, para estar atento a las oportunidades emergentes. Observar, escuchar, percibir idear y actuar.
  • Generar ideas en abundancia. Para tener una buena idea es necesario producir muchas. Así nuestra probabilidad de éxito será mayor.
  • Diversificarse, no será suficiente con tener muchas ideas cuando todas tienen un mismo enfoque. También se requiere diversidad de perspectivas. A mayor diversidad, más chance tendremos de hallar ideas disruptivas.
  • Poner pasión en lo que hacemos, nos llevará a realizar esfuerzos excepcionales durante el acto de creación.
  • Arriesgar y admitir que el error es parte del proceso. Si no te equivocas es porque no estás haciendo nada diferente.
  • Mantener una actitud positiva, ya que el camino de la creación estará plagado de intentos fallidos.

La perseverancia: el ejemplo de J.K. Rowling

Uno sabe, desde muy pequeño, en qué es bueno. A veces, sin embargo, no es tan obvio para los demás y ahí es “imprescindible” creer en uno mismo. Para ilustrar esto, he hablado en la conferencia Now You Know del ejemplo de la escritora de “Harry Potter”, J.K. Rowling.

Rowling fue rechazada en infinidad de editoriales antes de publicar su best-seller. Pero ella no cesó, sabía que su obra era buena y, al final, logró lo que quería.

Vaya si lo logró; hasta la fecha, la autora británica ha vendido más de 500 millones de ejemplares en todo el mundo. Su éxito no radica sólo en su ingenio, también su actitud perseverante hizo posible lo que en un principio parecía imposible.

El talento existe, pero no podemos esperar que esos momentos de iluminación ocurran en el instante en que los requerimos. Debemos poner en práctica los mecanismos para evocar nuestra creatividad en el aquí y ahora, creando las condiciones ambientales y actitudinales para lograrlo.

Pocas veces el Eureka aparece mágicamente. Por lo general es la resultante de trabajo duro en el que se combinan muchos de los conceptos aquí mencionados.

Concluyo con una frase de Pablo Picasso: “Si bien la inspiración existe, mejor que te encuentre trabajando”.

Gracias, Eduardo Krestol, por escribir este artículo (si quieres oírle, puedes ver un vídeo de TEDx Talks a continuación).