El experto en marketing desarrolla su trabajo en un entorno poco amable. Trabaja a contrarreloj, si pertenece a una agencia suele lidiar con clientes de muy diversa índole (a veces incluso hostiles) y su actualización sobre tendencias, tecnología y herramientas debe ser constante. Pero en ese ritmo vertiginoso hay algo que engancha, una especie de adrenalina que hace que nos sintamos muy vivos. La incertidumbre es nuestro mal pero, a la vez, es lo que nos seduce.

Vale la pena parar un momento y pensar en todo lo que hemos hecho en 2017. Como los triunfos ya los habrás celebrado, es hora de enmendar aquello que no se ha hecho tan bien y de establecer unos propósitos de año nuevo para que el 2018 venga cargado de (más) éxitos.

 

Hemos elaborado una pequeña lista (algo más realista que lo de “ir al gimnasio todos los días” o “dejar de fumar”) para ayudarte con esta tarea:

1-No daré algo por sentado

Todos lo hemos hecho. Investigamos sobre un asunto o un sector para preparar una propuesta o una estrategia pero ya creemos tener la respuesta. Simplemente, tratamos de documentar y justificar lo que previamente consideramos ‘verdad’. Huye de esas esposas invisibles que son los prejuicios. Si consideras que lo único cierto es lo que conoces, nunca podrás abandonar el mundo de las sombras. Recuerda lo que le pasaba a Truman.

¿Cómo? Lee, escucha, analiza lo que dicen otros, contrasta tu información con fuentes muy diversas y, sobre todo, entiende que tu aportación es subjetiva. No te creas el dueño de verdades irrefutables porque es muy probable que no existan.

 

2-Dedicaré media hora todos los días a estar informado

A veces estamos tan ensimismados en nuestro trabajo diario que olvidamos todas las referencias que nos ayudan a ser mejores con nuestras ideas, nuestras presentaciones, nuestros contenidos y nuestras publicaciones. Inoreader es un recopilatorio de fuentes y artículos relacionados con marketing, finanzas, software o tecnología para estar al día del sector. Por su parte, BuzzSumo es una plataforma ideal para detectar noticias y artículos en tendencia (por ejemplo, los más compartidos).

Hay decenas de blogs si lo que prefieres es crear tu propia lista fuentes. Si tu conocimiento se amplía cada día, luego puedes enriquecer tus artículos con un gran repertorio de enlaces y alusiones a otros trabajos o contenidos. Y eso es lo que aporta realmente valor a tus lectores o a la gente que te sigue en el entorno online.

 

3-He venido a jugar: nunca elegiré la vía fácil

Dar al cliente exactamente lo que quiere (aunque no sea lo que necesita); seguir adelante con una idea en la que has invertido mucho tiempo pero que, en el fondo, no te convence; reciclar una propuesta hasta la extenuación aunque se dirija a diferentes clientes (e incluso de distintos sectores); diseñar un plan de contenidos que va a funcionar (porque conoces muy bien la marca) pero que no incorpora nada nuevo.

Sí, todos hemos caído en estas tentaciones de lo cotidiano porque, asumámoslo, somos animales de costumbres y el riesgo nos crea inseguridad. Sin embargo, piensa una cosa. ¿Cuántas marcas están vendiendo lo mismo? Y, en muchas ocasiones, productos mejores que el tuyo. En esta crisis de atención que asumimos -con clientes hastiados de contenidos y publicidad invasiva- es tiempo de diferenciarse. Aunque a veces haya que perder por la mano.

4) Escucharé a mis clientes

Las redes sociales han enseñado una cosa a las marcas: los clientes buscan algo más que productos o servicios. Quieren marcas con las que identificarse, ser cocreadores del contenido (prosumers) y escuchar historias que ‘envuelvan’ esos productos. Y eso es muy poco probable que lo consigas con promociones 2×1 (que las puedes hacer, pero en los canales adecuados).

El mejor packaging del Social Media es un buen storytelling. Añade una dosis de monitorización para saber lo que piensa la gente y ya casi tienes la receta. Al menos, estarás más cerca de aportar a tus clientes lo que verdaderamente necesitan.

 

5) Compartiré lo que sé

El concepto de equipo es importante en todos los trabajos, pero en marketing más. Porque un día vas a necesitar que tu compañero te ayude a terminar un informe y que no os pille la próxima Navidad comiendo las uvas. En algún momento, el equipo de diseño tendrá que enseñarte a mejorar tus gráficos o el departamento de producción deberá asesorarte para organizar un evento y no morir en el intento. Entonces, dales algo a cambio (pero de forma altruista). Comparte lo que sabes sin ser pretencioso y recibe con ganas todo lo que los demás puedan aportarte.

Recuerda que Batman conseguía más triunfos junto a Robin.